27-12-2011

Novela del 51.
Un reparto de lujo, Victoria Abril, Rafael Alonso, Francisco Algora, Ana Belén, José Bódalo, Mari Carrillo, Queta Claver, el propio autor de la novela también hace una corta entrada, Camilo José Cela, además de Fiorella Faltoyano, Luis Escobar, AgustÃn González, Emilio Gutiérrez Caba, Charo López, Rafael Hernández, José Sacristán, José Luis López Vázquez, Mario Pardo, Antonio Mingote, Encarna Paso, Concha Velasco, MarÃa Luisa Ponte, Elvira Quintilla y Francisco Rabal, entre 300 actores más, !vaya super plantel de actorazos! He citado a todos, porque todos aportan su granito de arena a esta maraviollosa novela de nuestro premio nobel espanol el escritor Camilo José Cela.
Durante el tiempo de la postguerra, en 1942, la miseria azota todo el paÃs. En un Café, preciososamente decorado, caliente como una sauna, a rebosar de humo se cuecen proyectos y conversaciones, unas curiosas, otras expectantes, y otras irremediablemente sujetas a risas o al llanto. En la cafeteria "La delicia" se reunen cada dia todos estos tertulianos. Como en un colmenar, sus vidas se entrecruzan, dispersándose en mil anécdotas, todo ello dividido en 6 largos capÃtulos el libro.

Apenas encontraremos representantes de las clases más acomodadas, y del mismo modo no tienen relevancia los pertenecientes a la clase obrera o a los sectores marginados. Lo que predomina es la clase media baja, la pequeña burguesÃa venida a menos, es decir, gentes en situación inestable, que tienen un futuro incierto y han de vivir a salto de mata. Sus ilusiones y proyectos de futuro son engañosos: sus miradas «jamás descubren horizontes nuevos», y su vida es una «mañana eternamente repetida». Es resultado, en un momento muy válido para el resurgir de la narrativa espanola, de 2 ramas literarias. Por un lado, la tradición realista de Pio Baroja, por otro lado, la renovación literaria que previamente llevó a cabo, la Generación del 98, con Valle-Inclán, a la cabecera y companÃa y la prosa novecentista de Ramón Pérez de Ayala. En el plano internacional, le influyeron Marcel Proust, James Joyce, William Faulkner y John Dos Passos.
En La colmena se mezclan también elementos de los objetivos de la llamada Generación perdida americana, es decir el pesimismo, el desconcierto de los que vivieron la Primera Guerra Mundial, como Arthur Miller, Ernest Hemingway, y los anteriores citados. Todo ello, se une y nace una nueva picaresca espanola, el nuevo realismo crÃtico, que Camilo José Cela plasmó idoneamente en esta entranable y rica novela, dispuesta a ser revisada en cualquier agradable momento,.junto a un buen fuego o junto a una ventana medio abierta.
